El seguimiento médico del embarazo
¡Mi hijo aún no ha nacido y ya tiene una agenda ocupadísima! Los nueve meses de mi embarazo van a estar pautados por una serie de pruebas y análisis. Objetivo: garantizar un embarazo tranquilo y preparar el parto.
Visitas médicas
Aunque el embarazo no es una enfermedad, te verás obligada a acudir muchas veces al médico. No hay que angustiarse por estas visitas y análisis: ¡son imprescindibles para comprobar que todo va bien!
La primera visita prenatal
Tan pronto tengas el positivo del test de embarazo, pide cita con el médico o el ginecólogo para la primera visita prenatal. Ésta debe hacerse antes de acabar el tercer mes de embarazo. Sirve para comprobar tu estado de salud: peso, presión, ritmo cardíaco, historial personal y familiar (diabetes, hipertensión…).
Un examen ginecológico permite establecer la fecha aproximada del inicio del embarazo y por ende, del parto. Puede que el médico te encargue un frotis vaginal si no te has hecho uno recientemente.
También te mandará hacer una serie de análisis:
- Uno de sangre para descartar la sífilis, la rubéola, la toxoplasmosis, el sida. Y para determinar o confirmar tu grupo sanguíneo y el factor Rh.
- Uno de orina para detectar la presencia de albúmina.
Las visitas mensuales
Se programan mensualmente a partir del 4º mes, ya sea con el ginecólogo o en el hospital. Se trata de visitas de rutina: peso, tensión, ritmo cardíaco de la madre y del niño… En la segunda visita prenatal (en el 4º mes), el médico te encargará el Triple test sanguíneo, para evaluar el riesgo de síndrome de Down.
Asimismo, cada mes deberás:
- Hacerte un análisis de orina para detectar la posible presencia de albúmina.
- Si no estás inmunizada contra la toxoplasmosis, hacerte un análisis de sangre para comprobar que no te has infectado con el parásito.
Los ultrasonidos obligatorios
- El primer ultrasonido (entre 9 y 11 semanas de embarazo) permite ver los diferentes miembros, y quizás el sexo del hijo. Permite determinar la fecha de concepción (y por tanto del término). Se miden dos parámetros importantes: la longitud cráneo-caudal (entre la parte superior de la cabeza y el coxis) y el grosor del pliegue nucal (translucencia nucal). Si éste último es superior a 3 mm, te aconsejarán hacer una amniocentesis.
- El segundo ultrasonido (entre 19 y 21 semanas), que se reembolsa igual que la primera, permite determinar el sexo del hijo, comprobar su corazón y realizar un examen morfológico completo.
- El tercer ultrasonido (entre 29 y 31 semanas) permite comprobar el crecimiento del niño y localizar la placenta.
La amniocentesis
Esta prueba consiste en la extracción de líquido amniótico mediante una fina aguja introducida a través del vientre de la madre. Se les propone a los padres cuando los resultados del Triple test sanguíneo o de la medición de la translucencia nucal no son satisfactorios, así como a las mujeres embarazadas mayores de 38 años. Es la única manera de descartar un síndrome de Down.
Tras la prueba, poco dolorosa, se aconseja reposo durante uno o dos días. Se estima que existe un riesgo de aborto de menos del 1%. Los resultados están disponibles en 15 días.
Marcos e Isabel, padres de la preciosa Cristina, 6 meses:
"Mi mujer y yo no queríamos saber el sexo del hijo. Queríamos reservarnos la sorpresa hasta el final, y dejar actuar a la naturaleza. Cuando fuimos para el ultrasonido, avisamos de ello a la enfermera que nos atendía. Al llegar el radiólogo, empezó a tomar las medidas: cráneo, miembros, etc. Mirábamos la pantalla ¡sorprendidos con una sonrisa tonta y tomados de la mano! Cuando acabó su diagnóstico, nos dice: "¡está perfecta!"¡Nos quedamos pasmados! Y luego comenzamos a reír…"
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