¿Cómo evitar que el pequeño tenga un accidente doméstico?
Desde que puede deambular por toda la casa, sólo quiere una cosa: tocarlo todo. No tiene miedo a nada y, sin embargo, sé que sus inagotables exploraciones pueden ser arriesgadas. ¿Qué medidas puedo tomar?
Ponte a la altura de tu pequeñín y observa... Las escaleras se convierten en montañas que escalar, los objetos a su alcance son descubrimientos apasionantes y no faltan tentaciones... Sin caer en la paranoia, está claro que tu acogedor nido puede transformarse rápidamente en un laberinto lleno de peligros para tu bebé. Por otra parte, resulta imposible seguirle todo el tiempo, por lo que algunas precauciones serán imprescindibles para evitar los peligros.
¡Más vale prevenir que curar!
La mejor manera de evitar los accidentes domésticos es prevenirlos. El bebé no es consciente de los riesgos que corre, por lo que es importante que le ayudes a descubrir el mundo y sus peligros. Explícale, por ejemplo, por qué no debe tocar la plancha o la puerta del horno.
La vigilancia de un adulto en todo momento también es esencial. No dejes nunca a un bebé solo, ya sea en su baño, sobre el cambiador, en la trona, en el coche o incluso en una habitación en la que la ventana haya quedado abierta.
Apuesta también por los equipos diseñados específicamente para la seguridad del bebé en todas las habitaciones de la casa: protectores para enchufes, barrera de seguridad para las escaleras o la piscina, puerta de protección para el horno, protege esquinas de mesa, cuñas para puertas, etc.
Prevenir los accidentes en cada habitación de la casa
En la cocina sobran los peligros: es ahí donde tiene lugar casi una cuarta parte de los accidentes domésticos. Para evitar la asfixia, las intoxicaciones y la ingestión de productos tóxicos, coloca todos los objetos peligrosos fuera de su alcance: bolsas de plástico, productos de limpieza, cuchillos, medicamentos, etc.
Cuando utilices la cocina, no olvides orientar los mangos de las cacerolas hacia el interior.
Ten también cuidado de que la silla del bebé sea estable y esté alejada de cualquier fuente de calor, y vigila que el bebé tenga puesto siempre el arnés de seguridad.
No le pongas demasiados peluches en la cama;con dos peluches bastará. Tampoco hace falta que añadas almohadas o mantas: un saquito de dormir para bebé o una pijama de manta serán suficientes.
En el comedor y el salón, no dejes a su alcance objetos que el bebé podría ingerir. Evita las velas y protege las esquinas de los muebles donde el bebé podría golpearse.
Cuando lo bañes y lo cambies debes tener a mano todo lo necesario. Usa equipos de seguridad como el tapiz de baño antideslizante y, sobre todo, no apartes la mirada de tu hijo durante el baño. En cuanto al botiquín, debe colocarse a una altura que los niños no puedan alcanzar y, por supuesto, debe estar cerrado con llave.
En el jardín, no dejes a su alcance las herramientas y los productos para jardinería (fertilizantes, etc.). Cuidado también con la piscina, en la que los dispositivos de seguridad son obligatorios.
Gestos de primeros auxilios que debes conocer
En caso de moretón, quemadura superficial, chichón, pequeño corte, etc. no pierdas la calma.La mayoría de estos golpes se pueden curar en casa. Un poco de desinfectante o de pomada calmante, un besito y el dolor pasará.
En los casos más graves, llama al Servicio de Atención de Urgencia que te podrá aconsejar sobre qué medidas adoptar mientras llega la ambulancia o que te aconsejará que te dirijas a los servicios de Urgencias de los hospitales en los siguientes casos:
• Si el corte es profundo, la quemadura es extensa y/o si se sitúa en la cara.
• Si el bebé se ha introducido un cuerpo extraño en la nariz o si ha ingerido un objeto.
• Si tras golpearse la cabeza tiene un comportamiento inhabitual: pérdida de la conciencia, vómitos, etc.
• Si se ha tragado medicamentos o productos tóxicos. Sea cual sea el producto ingerido, no lo hagas beber ni le provoques el vómito. Ponte en contacto con un profesional.
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