Desarrollo de motricidad gruesa en niños: Consejos
La motricidad gruesa es fundamental para el desarrollo físico. Aprende técnicas y ejercicios infantiles para fortalecerla y potenciar habilidades motoras en niños.
El desarrollo físico y cognitivo de los niños en todos los aspectos desde temprana edad, es de gran importancia. La motricidad gruesa hace parte fundamental y aquí te contaremos los beneficios que tiene para tu hijo.
La motricidad gruesa es esencial en el desarrollo integral de los niños, ya que les permite adquirir una serie de habilidades físicas que son fundamentales para su crecimiento y bienestar. Aprenden a controlar y coordinar los movimientos de su cuerpo, fortalecen sus músculos y mejoran su equilibrio y postura. Les permiten explorar su entorno, interactuar con otros y tener nuevas destrezas.
En este artículo, exploraremos la importancia de la motricidad gruesa en los niños, los beneficios que conlleva su desarrollo y algunas actividades que se pueden realizar para fomentarla en todas las etapas de crecimiento.
¿Qué es la motricidad gruesa?
Se refiere al desarrollo y control de los músculos grandes del cuerpo que permiten el movimiento global y la realización de actividades físicas en general. Estas habilidades motoras incluyen acciones como caminar, correr, saltar, trepar, lanzar, patear y equilibrarse. Se desarrolla principalmente en los primeros años y son fundamentales para el progreso físico y la interacción con el entorno.
¿Cómo desarrollarla en los niños?
Durante la infancia temprana, los niños adquieren gradualmente habilidades motoras gruesas a medida que su sistema nervioso central se desarrolla y coordina mejor. Cuando van creciendo, mejoran su equilibrio, coordinación, fuerza y resistencia, lo que les permite participar en actividades físicas más complejas y desafiantes.
La motricidad gruesa cumple dos principios psicofisiológicos:
- Céfalo – caudal: se refiere al eje vertical que va de la cabeza al hueso del coxis.
- Próximo - distal: se refiere al eje horizontal del punto central del cuerpo hacia las extremidades.
Evolución de la motricidad gruesa de los niños
Aunque los procesos de los niños son diferentes, en general, la evolución según su etapa de crecimiento y desarrollo es la siguiente:
- A los 3 meses se da la vuelta de manera premeditada.
- A los 4 meses logra controlar el peso de su cabeza.
- A los 6 meses se sienta sin ningún apoyo, pero con ayuda.
- A los 8 meses ya puede hacerlo sin ayuda.
- Empieza a gatear entre los 6 y 10 meses.
- Se mantiene de pie con ayuda hacia los 12 meses
- Da sus primeros pasos sin apoyo, aproximadamente entre los 12 y 13 meses.
Importancia y beneficios de la motricidad gruesa
Una de las principales ventajas de fomentar la motricidad gruesa, es que contribuye al desarrollo de habilidades cognitivas y emocionales. A medida que los niños se mueven y exploran su entorno, estimulan su capacidad de atención, concentración y memoria. Además, el movimiento activo promueve la liberación de endorfinas, lo cual tiene un efecto positivo en su estado de ánimo y bienestar en todos los aspectos.
La motricidad gruesa también está relacionada con el desarrollo social y la interacción con otros niños. A través de actividades físicas como correr, saltar o jugar a juegos en grupo, ellos aprenden a trabajar en equipo, a respetar turnos y a comunicarse de manera efectiva. Estas habilidades sociales son fundamentales para su integración en el entorno escolar y en la sociedad en general.
Actividades para fortalecer la motricidad gruesa
Existen una gran variedad de actividades que puedes realizar con tus hijos para desarrollar la motricidad gruesa. Aquí mencionamos algunas de ellas:
- Bailar
- Bicicleta, triciclo o monopatín
- Juego de pelota
- Juego de Burbujas
- Trampolín o saltarines
- Juego en el parque donde practique el equilibrio y coordinación
- Saltar lazo
- Bolos
- Carretilla
- Imitar a los animales
Diferencia entre la motricidad gruesa y fina
La motricidad gruesa se diferencia de la fina en términos de los músculos y desplazamientos involucrados. Mientras que la primera se refiere a la movilidad coordinada de las principales partes del cuerpo, la segunda se relaciona con los movimientos más pequeños y precisos de los de las manos y los dedos.
La motricidad fina es esencial para tareas como escribir, recortar, abotonar y manipular objetos pequeños. Los niños adquieren destrezas como sostener un lápiz correctamente, atarse los cordones de los zapatos y realizar actividades de precisión manual.
La motricidad gruesa es fundamental para su crecimiento integral. A través de actividades que promueven el movimiento activo, los niños tendrán habilidades físicas, cognitivas y sociales que les serán de gran utilidad a lo largo de su vida. Fomentarlo desde edades tempranas, les brinda la oportunidad de explorar su entorno, interactuar con los demás.
¡Anímate a participar en actividades que promuevan el desarrollo de la motricidad gruesa en los pequeños y verá cómo se benefician en múltiples aspectos de su vida!
Fuentes
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