Muchas ventajas para mi bebé
¿Darle pecho a mi hijo? Me encantaría, pero tengo dudas. Se dice que la lactancia materna presenta muchas ventajas para el bebé... ¿Cuáles son?
Es buena para su salud
La naturaleza hace bien las cosas. La leche producida por el organismo de la madre responde a todas las necesidades nutricionales de su bebé. Esta leche "a medida", baja en sodio, hipoalergénica y con la dosis ideal de sales minerales, vitaminas, glúcidos, proteínas, enzimas y ácidos grasos esenciales, contribuye al desarrollo armonioso del cerebro y el sistema nervioso desde los primeros meses.
Más fácil de digerir y perfectamente adaptada al tubo digestivo del lactante, disminuye los riesgos de gases, estreñimiento o diarrea. ¿Qué supone esto? A menudo, menos lloriqueos y un sueño más sereno para el niño... ¡y para sus padres!
Otra ventaja de la leche materna es que, al ser rica en anticuerpos, refuerza el sistema inmune todavía inmaduro del bebé. Por ello, los niños que toman pecho están menos expuestos a las infecciones bacterianas y al resto de grandes clásicos de la primera infancia, como la otitis, la rinofaringitis o la gastroenteritis. Asimismo, los niños que toman pecho desarrollan menos alergias alimentarias.
También resulta buena para despertar el gusto. Tu leche cambia de sabor según tu alimentación. Aromatizada, sazonada, dulce... El bebé descubre diferentes aromas y desarrolla los sentidos. ¡A tu pequeño le encantará!
Finalmente, y debido a la evolución de la composición de la leche durante la toma en función de las necesidades del bebé (más líquida al principio y después cada vez más densa para saciar mejor), el bebé toma la cantidad necesaria. Y para cuando se cansa...Imagínatelo, dormido contra tu pecho, con una gota de leche entre los labios...
Es buena para su equilibrio emocional
"Cuando le doy el pecho, me siento como en el interior de una burbuja con mi bebé, un paréntesis de felicidad que me hace olvidar el resto del mundo". La lactancia, todo un ejercicio de intercambio de miradas, sonrisas y palabras tiernas, constituye un momento de complicidad privilegiado entre la madre y su hijo. Esta intimidad física, que prolonga lo vivido en el interior del útero, contribuye a reconfortar al lactante y le ofrece una sensación de seguridad. Y es que la lactancia no solo sirve para alimentar. También sirve para calmar, apaciguar e incluso dormir al pequeño. Estas tomas repletas de cariño, que podríamos considerar su primer refugio, favorecen su equilibrio emocional y psicológico. Por lo tanto, ¡deben consumirse sin moderación!
¿Existe una duración ideal?
¿La lactancia materna debe durar un mes, tres meses, seis meses o más? La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda alimentar a los recién nacidos exclusivamente con leche materna, es decir, sin darle otros líquidos o alimentos, durante los primeros seis meses de vida.
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