¡Quiero tener un hijo! ¿Es hora de un chequeo?
¡Estoy lista para ser mamá! Fue un momento mágico, me di cuenta que éste es mi mayor deseo… Pero antes de iniciar la aventura de la maternidad, me han dicho que es mejor comprobar mi estado de salud.
Sabemos que una mujer embarazada debe cuidar más su salud. Por tanto, es recomendable hacerse un examen pregestacional o perigestacional (período desde el momento del deseo de concepción hasta primer trimestre de embarazo). Este examen en una revisión general de la salud de la mujer. Aunque su práctica es todavía poco común, permite evaluar todas las posibilidades a nuestro favor ¡para tener un embarazo sano y tranquilo!
¡Mi salud bajo control!
Primer paso: Pide cita con tu médico personal o ginecólogo, y coméntale tu deseo de concebir un hijo. La visita médica consiste en controlar ciertos parámetros que afectan tu embarazo, además de las pruebas básicas como la toma de presión arterial y ritmo cardíaco.
También es importante el seguimiento de los siguientes aspectos:
- Peso. Ambos, la delgadez excesiva o el sobrepeso constituyen factores de riesgo, sobretodo, de hipertensión gravídica o gestacional.
- Padecimientos específicos como asma, problemas cardíacos, insuficiencia venosa, trastornos de la tiroide y diabetes
- Validez de las vacunas. Si es necesario, el médico podría recetar vacunas contra la rubéola, las dosis de refuerzo de DT polio y tos ferina. Con frecuencia, estas se recomiendan aplicarse al menos 3 meses antes de la concepción.
- Revisión de tratamientos médicos. La toma de ciertos medicamentos puede afectar al buen desarrollo del niño. Por ejemplo, el uso de antibióticos, pastillas adelgazantes, antidepresivos, antiepilépticos…
No dudes hacerte este chequeo en el caso de que el niño no llegue… Así tendrás la oportunidad de consultarle al médico sobre los posibles dificultades para quedar embarazada. Asimismo podrá explicarte sobre los tests de ovulación que detectan los períodos de fertilidad.
¡No te desesperes! Son pocas las mujeres que quedan embarazadas de inmediato. Recuerda tener un poco de paciencia.
¿Me podrían realizar más pruebas?
Según cada caso, el médico podría recomendar:
- Un análisis de sangre para comprobar si estás debidamente inmunizada contra la toxoplasmosis y la rubéola.
- Una prueba de descarte de la hepatitis B, la hepatitis C y el virus del SIDA.
- Una analítica para controlar la ausencia de albúmina y azúcar en la orina, con el fin de descartar problemas renales y de diabetes.
Ojo con las reservas de ácido fólico y hierro
El consumo de ácido fólico (o vitamina B9), bajo la forma de complementos alimentarios, es recomendado de manera unánime por la comunidad científica. Dicha vitamina es clave desde el inicio del embarazo para la formación del tubo neural. En estos casos, se recomiendan su consumo: futuras madres con alimentación desequilibrada, gemelos, toma de medicamentos como antiepilépticos, y antidiabéticos, o si hay antecedentes de malformación del tubo neural en la familia.
La ingesta de complementos alimentarios tiene que iniciarse dos meses antes de la gestación, y continuarse durante los primeros tres meses de embarazo. El medico puede asimismo recomendar un suplemento de hierro, de ser necesario.
En algunos lugares como Estados Unidos y Gran Bretaña se prescribe el ácido fólico sistemáticamente aún sin existir factores de riesgo.
¡Dile adiós al tabaco y al alcohol!
Estos malos hábitos hay que abandonarlos durante el embarazo y, de ser necesario, obtener ayuda profesional. Durante 9 meses, v tú eres la fuente de todo lo que el niño necesita para desarrollarse sanamente. No olvides, lo que es nocivo para ti, aún lo es más para tu hijo. La placenta, es como una "esponja”, ya que transfiere de inmediato al niño lo que tú consumas.
Entonces, toma en cuenta lo siguiente:
- El consumo de alcohol está totalmente prohibido. ¡Beber, aunque sea un vaso, puede tener consecuencias nefastas para tu hijo!
- El uso de drogas, por supuesto, debe suspenderse inmediatamente.
- El tabaco debe, en el mejor de los casos, suprimirse desde el momento en que se decide tener un hijo. Tu médico puede comunicarte sobre el uso de parches y demás sustitutos de la nicotina.
- Y, por último, recuerda seguir una alimentación sana y equilibrada, asociada a la práctica de una actividad física habitual. ¡Muévete!
Tu cuerpo debe estar lo más saludable posible. ¡No pierdas el norte! Recuerda que estás preparando el nido de tu futuro hijo. Todos estos cuidados ayudan a hacerlo lo más acogedor posible. ¡Es magnífico actuar desde ahora para asegurarte un embarazo saludable!
Andrea, madre de Carmen:
"Desde siempre he sido una autentica fiestera (mis amigos me llaman "la reina", ¡cuestión de fama!). Debo decir que la he pasado muy bien. De fiesta hasta la salida del sol, un cigarrillo tras otro, vacaciones de fiesta y discoteca… ¡nada más lejos de mi imaginación que andar con cosas de niño en el bolso! Hasta que encontré a mi futuro marido en una reunión con clientes, aburridísima por cierto. En un año, para sorpresa de todos (nadie se lo creía), tomé la decisión: me puse a vivir en pareja, me casé y tuve un hijo. Opté, de un día para otro, por una nueva vida, más sana, incluso antes de saber que estaba embarazada. Fue como una revelación, de pronto lo tuve claro."
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