Estoy embarazada, ¿puedo seguir haciendo el amor?
Durante el embarazo, el cuerpo cambia… y también la sexualidad. Es natural que surjan preguntas. Pero, contrariamente a lo que se cree, no hay que desterrar las relaciones sexuales durante estos nueve meses. ¡Al contrario! ¡Da rienda suelta a los mimos!
Temor a hacer daño al bebé, a no despertar deseo o a provocar un parto prematuro…: son muchas las ideas preconcebidas. ¡Ya es hora de poner en claro algunas verdades!
Debo guardar abstinencia durante 9 meses
FALSO. Si el embarazo transcurre sin sobresaltos, no hay ninguna razón para dejar de hacer el amor con tu pareja, incluso en el octavo o noveno mes. En efecto, las relaciones sexuales solo pueden tener un efecto beneficioso. El placer, la relajación, la complicidad reforzada con el futuro papá resultan excelentes para reducir el estrés. Con todo, precaución, en algunos casos el médico puede recomendarte limitar las relaciones: si el cuello está dilatado, si esperas gemelos, si hay un riesgo de parto prematuro, si ya has tenido abortos espontáneos… Pero tranquilízate: ¡siempre se permiten las caricias!
Cuando esté embarazada ya no tendré ganas de hacer el amor
FALSO. ¡Al contrario! Por supuesto no todas las mujeres son iguales, pero la mayoría de ellas sienten que su deseo aumenta durante estos nueve meses. Si bien el primer trimestre es un periodo poco propicio para los mimos debido a las pequeñas molestias del embarazo (náuseas, cansancio, miedo a un aborto espontáneo…), las cosas cambian en el segundo trimestre. El cuerpo alcanza su apogeo, los sentidos también, la mujer se siente más atractiva… y ¡las hormonas están al máximo! Resultado: el deseo está a la orden del día y si tu pareja no se siente incómodo con tu estado, por lo general el placer es aún más intenso.
La redondez de mi vientre me impide mantener relaciones
VERDADERO… y FALSO. Al final del embarazo, hacer el amor con un vientre como una sandía puede fácilmente resultar incómodo, incluso cansador para la mujer. Pero no por ello hay que abstenerse cuando el deseo está ahí, ¡y además es compartido! Siempre se pueden encontrar otras posturas, más "prácticas" tanto para la mujer como para el hombre. Todo es cuestión de confianza y comunicación: no duden en hablarlo entre ustedes y probar nuevas posturas.
El bebé lo ve todo, y puede que el pene de su papá lo toque
FALSO. A menudo el futuro papá teme "molestar" al bebé en su nido, o incluso herirlo o aplastarlo durante el acto sexual. No te preocupes: el bebé está totalmente aislado del mundo exterior gracias a la placenta y al líquido amniótico que actúan como amortiguadores. La intimidad de la pareja está completamente asegurada: el bebé no ve nada, en cambio, goza de la sensación de placer que experimenta su mamá, y de los movimientos que lo mecen…
El orgasmo puede desencadenar las contracciones
FALSO. Si el embarazo es normal, las relaciones sexuales no pueden provocar un parto prematuro. En realidad, las contracciones del orgasmo y las del parto son muy distintas. Cierto es que a veces se dice que una relación sexual puede desencadenar el parto cuando se está fuera de cuentas. ¡Pero no hay ningún estudio científico que haya presentado la prueba irrefutable todavía!
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