¿En qué momento podemos empezar a darle papillas al bebé?
Aprende qué alimentos darle a tu bebé y cómo prepararlos, despierta su gusto por los sabores y cubre sus necesidades nutricionales.
Cuidar la alimentación de tu bebé es fundamental para que su crecimiento sea adecuado, de esto dependerá gran parte de su futuro, por lo que este es un tema que genera muchas dudas, sobre todo, en padres primerizos.
Incluir frutas y verduras en la alimentación.
La recomendación de la OMS es introducir nuevos alimentos sobre los 6 meses de edad, en alternancia con la leche materna.
Cuando iniciamos este proceso, los bebés necesitan solo algunas cucharadas porque apenas será un complemento a su alimento principal: la leche materna o de fórmula según la indicación de tu médico. Así, que se trata de una pequeña probadita que nos permitirá evaluar cómo percibe esos nuevos sabores. Seguro que gradualmente podrás aumentar las cantidades y tipos de alimento.
Alimentar al bebé en esta etapa no es tarea fácil, los pequeños pueden reaccionar negativamente al cambio, ya sea física o emocionalmente, por eso debes tener en cuenta diversos factores:
¿Qué debo darle de comer a mi bebé?
Las papillas y purés son muy importantes porque van a ser su primer contacto con el mundo de los sólidos, entonces hacerlo adecuadamente asegurará que tu hijo asimile fácilmente estos alimentos, pero también que guste de las comidas sanas.
Preparaciones sencillas de purés para bebés
En los primeros días los alimentos de los bebes no llevan nada ni sal ni azúcar etc. Un ejemplo claro de esto son las frutas, como papaya, banano o pera, con las que puedes hacer papillas o purés y serán bien recibidas por el bebé, además de ser muy fáciles de digerir.
Cuando tu pequeño asimile estas comidas, podrás añadir verduras y otros alimentos preparados al vapor, con el fin de brindarle todos los componentes nutricionales que contienen naturalmente y con el paso del tiempo será posible añadir nuevos ingredientes.
Papillas coloridas y divertidas
Hacer purés de alimentos con colores llamativos como arándanos y fresas, en entornos de diversión harán que tu hijo disfrute la hora de comer y asimile muchísimo mejor los nutrientes que contienen.
En esta etapa, la mayor parte de los alimentos terminará en las manos y cara del niño, ¡es completamente normal! La clave está en hacerlo disfrutar de la comida y servir porciones pequeñas para que no haya desperdicios. Haz este espacio propicio para compartir en familia, con seguridad y amor.
Hazlo despacio
Disfruta la aventura, ¡no hay afán! Introduce los alimentos paulatinamente y espera de 3 a 5 días para ver la reacción de tu bebé, esto te permitirá entender los cambios de su digestión y conocer sus gustos.
Este proceso es gradual, si el niño llora y no quiere recibir la comida, ¡no lo obligues! Lo importante es volver a intentarlo más adelante, con respeto y amor.
Nutrientes importantes
Los diferentes grupos de alimentos hacen aportes importantes a nuestro organismo, así que en los primeros años del bebé es importante incluir comidas que sean fuente de fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y proteínas.
La comida hecha para bebés es muy útil en este proceso, las etiquetas muestran los tipos de alimento y las edades mínimas en que pueden dársele. No olvides consultar con tu pediatra y tener en cuenta el punto anterior.
¡Hora de preparar la papilla!
No necesitas ser un chef experto para prepararle un puré delicioso a tu pequeño. Sigue este paso a paso para hacerlo más fácil:
1. Reúne los utensilios necesarios
Hacer una papilla es muy sencillo, así que no te enredes. Puedes usar tu licuadora, una picadora o un tenedor para moler el alimento, todo depende de su dureza.
2. Escoge el alimento
Lo recomendable es iniciar con las frutas porque no necesitan cocción, pero si ya estás en una etapa más avanzada puedes incluir verduras e incluso, proteínas como pollo, carne o pescado.
Procura cocinar el alimento al vapor o con poca agua, así va a conservar mucho mejor sus nutrientes para ofrecérselo al bebé.
3. Sírvela con amor
Una vez tengas la preparación, procura tener a la mano la vajilla del bebé y servirlo en un plato que fomente su curiosidad. Recuerda que los colores y sabores son fundamentales para iniciar en este mundo de la alimentación, así que hazlo divertido.
Fomenta buenos hábitos
Los niños son pequeñas esponjas que absorben conocimiento y copian todos los comportamientos de los adultos, así que aprovecha esto para inculcarles algunos hábitos saludables a la hora de ir a la mesa. ¿Cuáles? Aquí te dejamos una pequeña lista que puedes poner en práctica:
- Incluir frutas y verduras en la alimentación.
- Uso de elementos en la mesa: platos, cubiertos y servilletas.
- Comer en familia.
- Cambiar el biberón(si es que lo usa) por una taza.
- Tomar agua.
Cambios esperados en el bebé
Introducir una nueva alimentación supondrá muchos cambios en tu bebé y, como te dijimos anteriormente, es importante hacerlo de forma gradual porque está llevando a su cuerpo cosas diferentes a las que está acostumbrado asimilar como ciertos: azúcares, grasas y, además, son sólidos.
Uno de los principales cambios será en sus deposiciones, pues podrán ser de otro color, tener un olor más fuerte y su aspecto puede ser más sólido o líquido, según lo que coma el niño. ¡No te preocupes! Esto es algo totalmente normal, pues su sistema digestivo está aprendiendo a digerir cosas nuevas y necesita tiempo para acostumbrarse a ellas.
Recuerda probar con diferentes tipos de alimentos y, con el paso del tiempo, gran variedad para aportarle los nutrientes necesarios al bebé. En caso de que no reciba un alimento, no te resignes, con el paso del tiempo es bueno intentarlo nuevamente, verás que tu pequeño le toma el gusto.
En la variedad está el placer, por eso es importante ofrecerle diversos alimentos para que se acostumbre a comer de todo y aproveche los nutrientes. Aprende a detectar las señales que da tu hijo cuando tiene hambre, pero también cuando esté lleno, así sabrás en qué momento darle comida y cuando parar. ¡No lo sobrealimentes!
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